La última aventura de Microsoft en juegos impulsados por IA ha provocado una conversación significativa en toda la comunidad de juegos. El gigante tecnológico dio a conocer una demostración interactiva inspirada en el icónico Quake II, utilizando sus sistemas AI Muse y Modelo de Acción y Acción Humana (WHAM) de vanguardia. Esta demostración muestra un entorno en tiempo real en el que cada acción visual y de jugador es generada en la marcha por AI, sin depender de un motor de juego tradicional.
Microsoft describe esta demostración como un espacio dinámico en el que cada entrada de jugador solicita a la IA que genere el próximo momento de juego, ofreciendo una experiencia similar a jugar el Quake II original. La compañía invita a los jugadores a sumergirse en este mundo artesanal, compartir sus experiencias y contribuir a dar forma al futuro de la IA en los juegos.
A pesar de la impresionante hazaña técnica, la demostración ha recibido reacciones mixtas. Después de Geoff Keighley, una figura destacada en la industria del juego, compartió un video de la demostración en las redes sociales, la respuesta fue abrumadoramente crítica. Muchos jugadores expresaron su preocupación por el futuro potencial de la IA en el desarrollo de juegos, temiendo que pueda conducir a una disminución en los elementos hechos humanos que hacen que los juegos sean especiales. Los críticos preocupan que si la IA se convierte en la norma, podría eliminar la creatividad y la singularidad que los desarrolladores humanos aportan a la mesa.
Sin embargo, no todas las retroalimentación fueron negativas. Algunos vieron la demostración como un paso prometedor hacia adelante, destacando su potencial en el desarrollo del concepto temprano y como una herramienta para avanzar en la tecnología de IA. Hicieron hincapié en que, si bien la demostración en sí no es jugable en un sentido tradicional, representa un progreso significativo en la capacidad de la IA para generar mundos de juegos coherentes y consistentes.
El debate sobre esta demostración toca temas más amplios dentro de las industrias de juegos y entretenimiento, donde la IA generativa se ha convertido en un tema polémico. En medio de despidos recientes y cambios de la industria, el uso de la IA ha planteado preocupaciones éticas y de derechos, así como dudas sobre su capacidad para crear contenido atractivo. Por ejemplo, Keywords Studios intenta desarrollar un juego completamente con AI fallido, lo que subraya las limitaciones de la tecnología actual.
A pesar de estos desafíos, compañías como Activision todavía están explorando el potencial de la IA, como se ve en el uso de la IA generativa para los activos en Call of Duty: Black Ops 6. Mientras tanto, los incidentes de alto perfil, como el video de Aloy generado por IA, han provocado discusiones sobre los derechos y los roles de los actores de voz en la edad de IA.
A medida que la industria del juego continúa navegando por estos problemas complejos, la demostración de Quake II generada por IA de Microsoft sirve como un punto focal para las discusiones sobre el futuro de los juegos, el papel de la IA y el equilibrio entre la innovación tecnológica y la creatividad humana.